¡Muy buenas a todos!
En esta entrada os vengo a contar como ha sido mi experiencia tras la realización de, ni más ni menos que, ¡un ayuno digital!
El pasado domingo por fin me decidí a realizar el ayuno digital. Es una cosa que he ido dejando porque en realidad me daba miedo enfrentarme a ello ya que, desde mi punto de vista, pienso que estoy "enganchada" a las redes sociales pero por fin, me decidí a ello.
Mi ayuno digital ha durado 24 horas y comenzó en las primeras horas del Domingo día 9 de Diciembre, es decir, a las 24:00. Me decidí a realizarlo ese día porque era un día en el cual celebramos el cumpleaños de un amigo y pensé que no necesitaría el teléfono porque me lo iba a pasar muy bien aunque hubo momentos que me resultaron difíciles.
Las primeras horas fueron muy sencillas porque me las pasé durmiendo, como era de esperar. El problema llegó cuando me levanté por la mañana.
La primera acción que realizo cada mañana es realizar un recorrido por mis redes sociales y ese día me sentí muy extraña al no realizarlo ya que únicamente cogí el teléfono para mirar la hora.
Durante la mañana no resultó complicado ya que aproveché para acompañar a mi novio a ver a su perro, el cual vive en una parcela cercana a nuestra casa y, posteriormente, me dediqué a prepararme para la comida que íbamos a tener con los amigos.
Posteriormente, durante la comida, me sentí un poco nerviosa porque hubo momentos en los que mis amigos miraban el teléfono y realizaban fotos para subirlas a las redes sociales y me dió mucha envidia pero me contuve e intenté hacer que ellos dejasen también los móviles durante ese tiempo.
Por la tarde decidimos ver una película en la casa del cumpleañero por lo que ésta se me hizo cortísima ya que se me pasó el tiempo volando.
Por último, por la noche, nos tocó realizar el viaje a Toledo para volver a comenzar la rutina del Lunes asique durante el tiempo que duró el viaje estuve conversando con Enrique sobre que tal habíamos pasado el fin de semana. Una vez metidos en la cama, me entraron muchísimas ganas de visualizar mi teléfono y sobre todo mis redes sociales pero decidí darme media vuelta, cerrar los ojos e intentar dormir.
Como conclusión acerca de mi ayuno digital puedo decir que ha sido una experiencia muy gratificante ya que al principio pensaba que no iba a ser capaz de cumplirla. Me ha servido para darme cuenta de lo enganchados que podemos llegar a estar a las redes sociales y que cuando las soltamos, aunque sea un periodo de tiempo corto, podemos relacionarnos mucho más con las personas que nos rodean e incluso nos fijamos en detalles que pueden resultar insignificantes. Además, podemos disfrutar más de la compañía de nuestros familiares y amigos. Así, os recomiendo a todos a realizar un ayuno digital de vez en cuando.
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